Las etiquetas de seguridad son un producto concebido para asegurar que los artículos precintados con la etiqueta no han sido abiertos o manipulados por una persona que no cuenta con la autorización para ello.

En el ámbito particular son muy conocidas las etiquetas de seguridad para componentes electrónicos. Muchos fabricantes incorporan en sus dispositivos estas etiquetas para asegurarse de que el objeto no ha sido manipulado mientras que el producto cuenta con garantía oficial vigente. El servicio técnico comprobará antes de reparar el objeto en garantía si éste ha sido manipulado, y en caso afirmativo, la marca no suele cubrir los desperfectos del componente electrónico.

¿Cómo sabe el servicio técnico si un producto ha sido manipulado? Las etiquetas de seguridad con residuo dejarán una marca en el componente a asegurar que delatará del uso incorrecto que se le ha dado al producto objeto de la garantía. Por el contrario, si la etiqueta de seguridad es sin residuo, no dejará una marca en el componente asegurado pero la etiqueta mostrará un texto delatador de manipulación. Estas son las dos formas que tienen los fabricantes de comprobar reclamaciones fraudulentas.

Pero las etiquetas de seguridad no solo tienen usos de cara a los particulares, están presentes en sectores como la aviación, laboratorios químicos y farmacéuticos, sistemas contra incendios, cuerpos de seguridad o banca entre otros muchos.

El uso y colocación de una etiqueta de seguridad no requiere de ninguna capacidad técnica ni herramienta específica. Se presentan en rollos divididos por unidades y se pueden personalizar con la marca o texto elegido por el cliente.